historia kitesurfSi bien el kitesurf como deporte es algo bastante reciente, su historia se remonta a los siglos XII, XIII y XIV, tiempos en los que marineros y grupos de pescadores de Polinesia, China e Indonesia recurrían a las cometas para impulsar sus embarcaciones.

Fue hasta los inicios del siglo XIX, cuando el británico George Pocock inventó y patentó un sistema de tracción que funcionaba con cometas, tanto para carros como para embarcaciones. Con este novedoso sistema se realizaron varias pruebas y se establecieron varios récords. Luego, iniciándose el siglo XX, la travesía del inventor estadounidense Samuel Cody fue noticia. Había cruzado el Canal de la Mancha impulsado por cometas.

En 1970, el inventor inglés Peter Powel diseñó la primera cometa en forma de delta, con la que navegó en pequeñas embarcaciones. Pocos años después, Gijsbertus Adrianus Panhuise, inventor de los países bajos, consiguió la patente de lo que ya era un deporte. Ésta describía lo que hoy se conoce como kitesurf, una tabla de surf impulsada por algo parecido a un paracaídas, al cual estaba unida por un correaje. Así, se puede considerar hoy al holandés como el primer kitesurfista.

Con los años llegaron nuevas invenciones y diseños, como la primera cometa con borde hinchable creada por el estadounidense Dave Culp; el diseño que mezcló tabla y cometa concebido por el francés Arnaud de Rosnay y, por los mismos años, las pruebas por parte del suizo Andreas Kuhn con un híbrido que fusionaba esquí y parapente. Ya más perfeccionado, en los años 80, los hermanos Bruno y Dominique Legaignoux hicieron una impresionante demostración de esquís impulsados por cometas, en la Brest International Speed Week.

Para 1987 se obtiene la patente de la primera cometa capaz de elevarse desde el agua. A partir de aquí, diversos windsurfistas conocidos internacionalmente promovieron el kitesurf al decidir practicarlo como un nuevo y divertido deporte acuático. Entre estos, despuntó Robby Naish, deportista a quien le gustó tanto la nueva práctica, que se convirtió en su principal divulgador y en fabricante de alto prestigio de material para kitesurf.

Llegados los 90, el conocido surfista Laird Hamilton aparecía en revistas de moda como Oxbow, practicando un deporte nuevo que no era surf, aunque utilizaba una tabla, y que no era windsurf, pero que usaba una vela que parecía más bien un pequeño paracaídas, había nacido el kitesurf.